Navidad del Señor (C): " El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros"

Los pies de la Navidad

                             

Natividad de Jesús, de Botticelli (c. 1473-1475).



Natividad del Señor

Año litúrgico 2021 - 2022 - (Ciclo C)


 

¡Qué hermosos son sobre los montelos pies del mensajero que proclama la paz,que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia, que dice a Sión: «¡Tu Dios reina!».(Is 52,7)

 

El milagro de Navidad

Feliz, feliz, feliz,… - Navidad, felices los que construyen la paz en esta Navidad. Felicidades a quienes decidieron o deciden ser madres, estadísticamente, cada vez son menos mujeres con entrañas maternales.

 

Llegar a celebrar la Navidad podría ser como celebrar nuestro cumpleaños, después de los millones de personas muertas por el COVID19 y otras maldades hay razones para celebrarla. ¿Cómo celebrarla? El gran valor de la Navidad es la paz, puedes ser el profeta, el misionero de la paz en tu casa, trabajo y familia. 

 

La falsa paz y el estrés

La Navidad nos trae esperanza, paz, unión, amor..., para cada corazón y para cada familia. Pero más que esperar ingenuamente que estos valores bajen por la chimenea, podemos ofrecerlos directamente a los niños y pobres.

 

La historia que nos narra la Sagrada Escritura está colmada de simbología, de experiencias, de implicancias sociopolíticas, etc. Te puede surgir una pregunta sobre la actualización del espíritu navideño. Aquel espíritu no se actualiza comiendo “un panetón” ni adornando tu casa con “el arbolito” y menos gastando en regalos, no te estreses por esa falsa simbología.

 

Cada año procura que tu familia viva el sentido del anuncio de la paz, de la vida. Evita que el consumismo sea la buena noticia. No te estreses por aparentar o mostrar lo que no comprendes. Es muy triste que seamos marionetas con tarjeta automática para consumir las ofertas de Navidad. El dios del dinero hace que la paz en este mundo sea incompleta porque siempre necesitaremos más y viviremos descontentos. ¿Cómo contarles a los niños que Jesús no tenía ni donde nacer y por ello reciben regalos?

 

Los pies cansados y benditos

Al fin de año, los pies están cansados y muchas veces también los ánimos. ¿qué te cansa tanto? Las facturas de fin de mes, el trabajo, la inestabilidad, la pandemia,… 

Es bueno también pensar en que los cansancios son producidos por las obras buenas, luchar por la paz, buscar el diálogo con los amigos, ser empático y comprensivos en el hogar.

 

Los pies del profeta de la paz están llenos de polvo de los caminos, portan la bendición de Dios. Sus palabras están colmadas de un lenguaje poético, creativo. El profeta, pese a su cansancio renueva, si no le hacen caso insiste, si le tratan mal reza por ellos, mira el futuro a largo plazo, desea la presencia de Dios. 

 

En esta Navidad puedes orar con el salmo 97: Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

 

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

 

Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

 

Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.

 

Palabra del Papa Francisco

 

“Hermana, hermano, si como en Belén, la oscuridad de la noche te rodea, si adviertes a tu alrededor una fría indiferencia, si las heridas que llevas dentro te gritan: “Cuentas poco, no vales nada, nunca serás amado como anhelas”, esta noche Dios responde. Esta noche te dice: “Te amo tal como eres. Tu pequeñez no me asusta, tus fragilidades no me inquietan. Me hice pequeño por ti. Para ser tu Dios me convertí en tu hermano.” (Vigilia de Navidad, 2021).


 

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 1-18

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio d él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,
ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

0 Comments