Esterilidad vencida
Hoy el arcángel Gabriel le anuncia a la Virgen María que va ser la Madre de Dios. La fiesta del Nacimiento de Jesús se acerca, las contracciones en nuestra vida nos alertan la gran revelación del verdadero rostro de Dios. Este acontecimiento de amor revoluciona nuestra historia aunque ya se encuentran modelos en el Antiguo Testamento.
Suena la palabra “esterilidad” y uno se
remonta a la soledad, a sentirse castigado por Dios, a la no realización total
en la vida, a la sequedad interior, a no dar fruto, a existir pero no vivir, a
egoísmo, a mediocridad,… A planificación familiar con sentido de destrucción.
No sólo es el prejuicio de la gente, es cómo
se siente la persona, cómo la ven los
que promueven la esterilidad. Sin embargo, en el Antiguo Testamento existen
anuncios de Dios por medio de un ángel que superan la esterilidad y se
convierten en una promesa victoriosa.
Por ejemplo, el anuncio del ángel a la esposa
de Manoa para vencer la esterilidad. Sara la esposa de Abraham, no puede tener
hijos pero por intervención divina da a luz a Isaac. Ana, estéril, por
intervención de Dios da a luz a Samuel. Isabel, mamá de Juan Bautista, proclama la
grandeza del Señor sobre toda esterilidad.
Pero la esterilidad
no deja de superarse sin la frase típica: “El Señor está contigo”. Es decir, quien
a Dios tiene nada le falta, si Dios está de nuestra parte quién podrá
destruirnos, Dios es mi todo. “No temas”, comienza el proyecto, enfrenta el
combate, los momentos duros son superables, la soledad no existe, el sin
sentido es una ficción, el fracaso es de los utilitaristas no de los que aman.
En el libro de los
jueces se destaca “el Señor está contigo”, Jedeón, valiente guerrero. Se da
fuerza y esperanza en la batalla. Jeremías anuncia también que “el Señor va
estar con nosotros”. El Señor estaba cerca a José, hijo de Jacob, bajó al pozo
con él. El Señor está en la humillación de Ana, mamá de Samuel. Dios no es
indiferente, le quita la vergüenza a Isabel.
Hoy, en
la virgen María el ángel le muestra que supera toda esterilidad, el Señor está
con ella. La fecundidad es parte de la plenitud y la victoria sobre el mal.
Dios está por nacer, las contracciones alertan al cuidado, a la vigilancia, a
la esperanza. En la Anunciación a la
Virgen María se unen el gozo de la fecundidad y la alegría de la victoria
cierta.
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