IV Domingo de Pascua (A): Jesús, el buen pastor Vs. ladrones y bandidos

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante 

El Buen pastor es una crítica aguda al “mal pastor”. Jesús entra por la puerta, él es el camino, la resurrección, la vida y también la Puerta de redil.

 

Jesús el buen pastor

El Buen Pastor, atribuido a José Vergara (Museo del Prado).jpg


IV Domingo de Pascua

Año litúrgico 2022 - 2023 - (Ciclo A)

 

El Buen Pastor

Tú puedes identificarlo, las ovejas conocen e intuyen la calidad humana y cristiana del pastor. Además, se entablan signos de comunicación auténtica. El pastor entra por la puerta, no se escapa por las ventanas, vive con sencillez, es un testimonio.  En el fondo de todo está sonando una aclamación: “Yo soy” tu Dios, tu salvador, el sentido de tu existencia.


Con esta parábola, Jesús pone la valla muy alta para cada pastor o pastora. No se concibe un pastor sin vida pastoral. Más que actuar "in persona Christi" es ser otro Cristo al servicio de su comunidad. Es decir, exige más que un cumplimiento sacramental ser un signo sacerdotal, ministerial, al servicio, con humildad, lleno de alegría, amante de la justicia, etc.

 

Se conocen, pastor y ovejas (no rebaño). “Yo soy tu Dios”

¿Qué importante es conocerse? Así como las parejas para llegar al matrimonio, primero se conocen y después se aman, así se conocen las ovejas con el pastor. En la experiencia real, si eres un pastor conoces y caracterizas a las ovejas, las distingues para cuidarlas y darles un tratamiento personalizado.

 

Hay pastores que en las ovejas ven rebaños, no “huelen a oveja”; les pica la piel al compartir con la gente. Popularmente parafraseamos a Doña Florinda: "no se junta con la chusma". Entonces, ¿Qué es un pastor sin ovejas? Un negociante o un carnicero, ambos oficios dignos, pero no son las características de un verdadero pastor.


En este día dedicado a la oración por las vocaciones, por los futuros pastores. Podemos pedir que: el pastor se apasione por su misión  de evangelización no de imposición. Se convierta en evangelio buscando la verdad y no el autoritarismo. Que no se sienta privilegiado De Dios si no privilegia a su prójimo.


Es claro entonces que el "ser del pastor" se desnaturaliza cuando "no vive su misión"; sin mayores remordimientos puede convertirse en un burgués abusivo, vividor y seguramente esclavo de sus propias debilidades. Este tipo de personas han hecho daño a la sociedad, si revisamos la historia es para no repetirla.

 

Entablan signos de comunicación auténtica – “Yo soy la Verdad”

La comunicación auténtica tiene tantas características que te pueden ayudar a diagnosticar tu relación con el pastor o con las ovejas. Por ejemplo: es clara, se basa en la verdad, en el respeto a los valores humanos fundamentales, y lógicamente las virtudes de acuerdo al evangelio.


Yo soy la verdad lo dice Jesús, humildemente buscamos la verdad. A nivel teológico la verdad no sólo hace libres sino que son arterias vitales con la prudencia y la justicia.

 

La crisis de confianza afecta cada día a la reputación de las instituciones religiosas y de los mismos “pastores” y “pastoras” (Sacerdotes, religiosos, laicos). En este tema cada vez debemos ser más cuidadosos, formarnos, hacernos atender por especialistas para identificar nuestras virtudes y carencias. ¿Cuántos pastores se han perdido por no cuidar el trato humano y evangélico con las personas?

 

La claridad o la verdad implica la trasparencia, la autenticidad, las lámparas se ponen para iluminar. Y Jesús es enfático según el evangelio de san Juan. Los dobles discursos y mentiras rompen el rebaño, difaman a las ovejas, ahuyentan a las más dóciles. En este sentido, debemos pedir por la conversión de pastores y ovejas que todavía no encuentran la verdad en su vida.

 

El respeto al ser humano es básico; tú y yo queremos ser respetados y también respetar. El pastor tiene especialmente un ojo y oído, un corazón y una mente para buscar mejores pastos y prevenir las indigestiones. Las ovejas alimentaran con su leche, su carne, su lana. Jesús mismo se entrega como cordero al sacrificio por cuidar a la humanidad; este acto es motivo de reflexión y oración.

 

El pastor es PASTOR en todas circunstancias. Si tiene bipolaridad psicológica y espiritual pierde su rumbo, cae al abismo. En ese ambiente vulnerable debe poner humildemente su vida y la de sus ovejas en manos del mismo Dios. Por ello, los valores evangélicos no florecen sólo en la sacristía o en las palabras de la  “homilía”, fortalecen sus raíces en la caridad, la fe y la esperanza, junto a las ovejas. Entonces, el pastor vive una coherencia. Esta es la fuente de la reputación, somos signos débiles que cuando nos caemos nos ponemos de pie para mejorar nuestros pasos, para regresar a la mirada misericordiosa del Dios del amor ciego.

 

El pastor entra por la puerta y sin esconderse. “Yo soy la Puerta”

¿Es Pastor o es Puerta? Podemos decir que es también: luz, sal, hierba, agua, fuego, aire. En el fondo, es él, es Dios mismo, el “Yo Soy” que es el nombre y la misión sagrada a favor del ser humano.


La puerta no es sólo para entrar y salir, es especialmente la seguridad. Esta pregunta me duele: ¿las ovejas se sienten seguras con tu testimonio?

 

Entrar por la puerta sin esconderse significa transparencia. La crisis de la iglesia por "abusos" sigue evidenciándose y ampliándose, no sólo los sexuales, también los de autoritarismo, los chantajes o manipulaciones espirituales, etc. Y hablando de ladrones y salteadores, la crisis por el mal manejo económico puede ser una crisis devastadora.

 

¿Cómo un pastor puede ser cómplice de zorros y lobos? 

En el sentido figurado Anás, Caifás, Pilato, Herodes, etc hacen ese equipo de terror que por conservar sus propios privilegios mataron al mismo Jesús, el Hijo de Dios. Se han matriculado con los poderes políticos y religiosos para justificar en nombre de Dios y del Imperio sus abusos.


Recurren al pueblo sólo para justificar o legalizar sus ansias de poder, de tener y placer. Por siglos, se han conservado sistemas de explotación para mantener a seres humanos en su pobreza, sin acceso a la educación ni a la salud. Los testimonios de Francisco de Victoria, de Bartolomé de las Casas y de otros que luchaban por el derecho a ser persona, a poseer sus tierras, a respetarles la vida, etc.


En algunas poblaciones originarias han aparecido pastores para educar, para liberar del yugo explotador de "los patrones", aunque también no han faltado lo que ha favorecido el sistema. Hoy tenemos contextos claros: Myanmar, Ucrania, la Amazonia, el fenómeno económico-político en América Latina, las nuevas esclavitudes laborales, etc. Se buscan respuestas. ¿Acaso no necesitamos luz, inteligencia, verdad y todos los valores y virtudes que Dios nos ha prodigado?

 

Jesús ha dado la oportunidad a pecadores arrepentidos y ha procurado su conversión; no era cómplice de sus engaños, movimientos políticos, y abusos de poder. Jesús mismo sabía que la justicia y caridad que proponía indigestaba los ánimos de muchos, por eso, necesitamos el amor a las ovejas capaz de ir más allá de la cruz.

 

Existen muchos mártires y santos que lucharon contra la corrupción política, caminando en la orilla del pueblo, acompañando sus horas de trabajo forzado, sus crisis. Han vivido el evangelio en su sentido puro y liberador. Sus iglesias han sido un centro de oración, de peticiones al Dios de la vida, de solidaridad eclesial. Hoy más que nunca, una iglesia sin el amor pastoral, sin la intuición profética, se va muriendo, se han convertido en “contrabandistas” diría el Papa Francisco refiriéndose a quienes presentan una cultura del odio en base a textos Bíblicos (largometraje “Amén, Francisco responde”).

 

Te propongo terminar la reflexión con la siguiente oración:

 

Jesús cuida de mi pastor y hazle bueno,

Dale el amor y la verdad en su vida pastoral,

Escúchale sus plegarias en sus momentos de soledad,

Dale una mano para camine junto a sus ovejas.

 

Jesús mío, afina nuestros oídos 

para distinguir la voz del buen pastor,

regálanos la capacidad de ser humildes,

para aceptar las carencias y superarlas.

 

Cuida a los pastores perseguidos a causa de tu evangelio,

Protege a las pastoras que cada día sufren persecución a causa de su fe,

Cuida a cada uno de la carencia del amor, de la paz y de la alegría,

Que imiten al Buen Pastor, la Resurrección, la Vida, la Luz, la alegría, 

¡Amén!

 

Palabra del papa Francisco

“Para Él no somos masa ni multitud. Somos personas únicas, cada uno con la propia historia, cada uno con el propio valor, tanto como criatura como redimido por Cristo. Cada uno de nosotros puede decir: ¡Jesús me conoce! Es verdad, es así: Él nos conoce como nadie más. Solo Él sabe qué hay en nuestro corazón, las intenciones, los sentimientos más escondidos. Jesús conoce nuestras fortalezas y nuestras debilidades, y está siempre listo para cuidar de nosotros, para sanar las llagas de nuestros errores con la abundancia de su gracia. En Él se realiza plenamente la imagen del pastor del pueblo de Dios delineada por los profetas: se preocupa por sus ovejas, las reúne, venda la que está herida, cura la que está enferma”

 (Regina Coeli, 24 de abril de 2021)

 

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».


Pintura:

El Buen Pastor, atribuido a José Vergara (Museo del Prado).jpg

La obra representa a Jesucristo como el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas.

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