“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.
” Dejan a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a la tradición de los hombres"
Jesús se enfrenta a los fariseos y algunos escribas sobre el tema de las tradiciones y la pureza ritual. El texto destaca la confrontación entre las prácticas externas y la verdadera pureza interior.
Año litúrgico 2023 - 2024 - (Ciclo B)
La autenticidad de nuestro corazón en relación a la Palabra de Dios contra toda corrupción y formalismo legalista.
Alergia a la tradición
Te sorprenderás al darle una mirada a las nuevas generaciones, ¿Cuál es la tuya? por ejemplo, la “Y o Millennials” (nacidos entre 1982 y 1994), la “Z o Centennials” (nacidos entre 1995 y 2009) y la “Alfa” (nacidos entre 2010 y la actualidad). Realmente, cada vez menos se les puede comprender, si son libres o felices, o si les gusta la vida familiar, o si nos comprenden a los más adultos.
En el trabajo no son estables y las empresas buscan trabajar la fidelización; usan la tecnología para mostrarse, prefieren la información de entretenimiento, miden su éxito en likes, aspiran a ser youtubers, tiktokers, influencers y gamers, usan anglicanismos en su vocabulario. No les gusta las tradiciones: saludar a los mayores, pedir permiso, agradecer, organizar sus actividades dentro de una familia, comprometerse, trabajar en equipo.
En las cuestiones más profundas de la existencia hay pinceladas que te puede dejar la pregunta ¿Qué determinan estos comportamientos? Por ejemplo, el valor de la libertad es sinónimo de descarte del ser humano; la felicidad existe por lo que tienen o por lo que les rodea, profundizan en las emociones o las usan para manipular; se quejan de las mismas cosas que no quieren cambiar; aprovechan la oportunidad y desaparecen; acusan para hacerte culpable y no asumen responsabilidades; son competentes, pero les molesta encontrar a alguien mejor que ellos; abusan de la libertad, el amor, la confianza.
Alérgicos y agnósticos
Entonces, ¿sus comportamientos nos dan idea de una crisis? O sólo determinan una forma de comportamiento, no del todo certero, pero tampoco equivocado. Son signos de la gran necesidad de testimonios convincentes, de amor, de Dios, de una familia. Si les calificamos como “impuros” o poco religiosos corremos el riesgo de juzgar desde esquinas y escenarios distintos. Así, a la ligera, los judíos califican a los discípulos de “impuros” porque no siguen la tradición popular de lavarse las manos antes de comer. El criterio de pureza era lavarse las manos. Jesús aprovecha para decirles que Dios mira el corazón. Lavarse las manos puede ser un signo de higiene, o de pureza, pero no determina la limpieza de corazón. El amor a la vida no se muestra en una mascota.
Su alergia a la tradición no les impide ser brillantes racionalmente. Se pueden idolatrar tanto que no queda espacio para Dios. En algunos casos mezclan. Por ejemplo: crisis en la fe con pomposidad en la celebración (Bautismo, matrimonio); soledad y obsesión por mostrarse en sus canales digitales; corrupción consensuada y defensa ciega de valores.
Un corazón alejado de Dios
Jesús recurre al profeta Isaías para distinguir el culto de los labios, el culto del corazón y las tradiciones creadas por los hombres. En la misma línea, la revolución digital, la globalización, el capitalismo, el consumismo, etc. son creadas por los hombres. En estos escenarios, cada cristiano en conciencia sabe lo que hace. A la incoherencia la llama hipocresía y nombra un montón de consecuencias de un corazón alejado de Dios.
¿Cómo se relaciona tu corazón con Dios? O está alejado o lleno de otros dioses. Por ello, la conversión conlleva el saber elegir. Es una elección entre el amor a Dios y a sus hermanos y la autoafirmación en el orgullo y el egoísmo.
Desde una mirada cristiana podemos decir: la vida no es para jugar a la ruleta rusa, es un regalo de Dios. Cuidar al ser humano es cuidarte a ti mismo, a tu comunidad, a tu familia. No subestimes a los que te rodean porque ellos son la medida de tu felicidad o de tu jaula, si tu círculo no es fraterno y sólo se mueve por las leyes del mercado entonces eres parte del experimento anti familia, antihumano, vales por lo que produces; no es raro percibir lo desagradecidos, crueles e inhumanos con las antiguas generaciones, claro está, esa no es siembra de Dios. En todo caso, no te desanimes, recuerda que una gota perfora la roca no por su fuerza sino por su constancia.
Por tanto, la relación con Dios no depende de lo que los hombres decidan sobre la convivencia social, la higiene, la alimentación..., sino de la libertad interior y del amor. Quien elige el don de sí mismo para los demás tiene acceso al mundo de Dios, quien elige el yo se convierte en productor y promotor del mal dentro y fuera.
El mundo actual también sufre porque unos pocos hombres y organizaciones sin escrúpulos dirigen la economía mundial en su propio beneficio. Para ellos Dios no existe (o no cuenta) y no hay ley moral. Las comunidades cristianas a todos los niveles no son inmunes a la responsabilidad de este malestar. El Evangelio exige un serio examen de conciencia y una profunda conversión, para que la predicación verbal y el culto divino, centrado en la Eucaristía, no sean vacíos e hipócritas.
Palabra del papa Francisco
"No dejarse contaminar por este mundo" no significa aislarse y cerrarse a la realidad. No. Tampoco aquí se trata de una actitud exterior, sino interior, de sustancia: significa vigilar para que nuestra forma de pensar y actuar no esté contaminada por la mentalidad mundana, es decir, por la vanidad, la avaricia, la soberbia. En realidad, un hombre o una mujer que vive en la vanidad, en la avaricia, en la soberbia y al mismo tiempo cree y se muestra como religioso e llega incluso a condenar a los demás, es un hipócrita.
(Ángelus, 2 setiembre 2018)
¿A cuál generación perteneces?
· Generación Silent (nacidos entre 1928 y 1948)
· Baby Boomers (nacidos entre 1945 y 1964)
· Generación X (nacidos entre 1965 y 1981)
· Generación Y o Millennials (nacidos entre 1982 y 1994)
· Generación Z o Centennials (nacidos entre 1995 y 2009)
· Generación Alfa (nacidos entre 2010 y la actualidad)
Para comprender el contexto del Evangelio de Marcos debemos tener en cuenta las características de los destinatarios y del contexto social histórico:
Gentiles (no judíos): El evangelio de Marcos explica costumbres judías y traduce expresiones arameas, lo que sugiere que sus lectores no estaban familiarizados con la cultura y el idioma judío.
Comunidad perseguida: El evangelio refleja un tono de urgencia y perseverancia, alentando a los cristianos a mantenerse fieles en tiempos de persecución, lo que es consistente con la situación de los cristianos en Roma bajo la opresión del Imperio Romano.
Cristianos recién convertidos: Marcos ofrece un relato sencillo y directo sobre la vida, muerte y resurrección de Jesús, adecuado para una comunidad que necesita una enseñanza clara sobre el significado de seguir a Cristo.
Contexto social histórico:
El Evangelio de Marcos fue escrito aproximadamente entre los años 65 y 70 d.C.
1. Persecución de los cristianos: Esta fecha coincide con un período de intensa persecución de los cristianos en Roma bajo el emperador Nerón, después del gran incendio de Roma en el año 64 d.C. Este contexto de sufrimiento y necesidad de reafirmar la fe podría haber influido en el tono y el mensaje del evangelio.
2. Destrucción del Templo de Jerusalén: Muchos estudiosos sitúan la redacción del Evangelio de Marcos antes o poco después de la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70 d.C., ya que este evento es considerado un punto de referencia importante en la historia judía y cristiana.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 1-8a. 14-15. 21-23
En aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén; y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Pues los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas).
Y los fariseos y los escribas le preguntaron:
«¿Por qué no caminan tus discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con las manos impuras?».
Él les contestó:
«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.” Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».
Llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo:
«Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.
Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».
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